jueves, 27 de septiembre de 2012

Cuento para los melancólicos, desgraciasdos, proselitistas y mamelucos


Érase una vez tres cerditos que vivian en el bosque. Los tres cerditos vivían juntos, comian juntos, dormian juntos, hasta pensaban juntos.Un día llegó el momento anhelado, por el cual cada cerdito decidió tomar rumbos diferentes; el primer cerdito era muy parlanchin, le gustaba hablar y hablar y sus rugidos hacian estruendos con cada estornudo que de vez en cuando se le salía; el segundo cerdito era muy tímido pero hacía lo que el primero le mandaba, ya que a veces su miedo a parecer gallina, le obligaba a repetir cada crujir del primer cerdito; el tercer cerdito hablaba poco pero prefería escuchar a sus hermanos, pues sabía que de tanto crujir y refunfuñar, podría quedarse sentado mientras veía llenar su establo de comida.

El primer cerdito tomó por el bosque, el segundo cerdito tomó por la ciudad y el tercer cerdito ingresó a las filas del ejército. cuando llegó al bosque el primer cerdito se dió cuenta que los árboles le brindaban un buen hogar así que utilizó algunos de ellos para hacer su choza; esto le pareció tan novedoso que le pidió a los castores que cortaran más árboles para encerar su casa, para su patio, para su perchero, para su mesa y así lo logró,cuando se dió cuenta, su casa era un cementerio de árboles  muy particular.

El segundo cerdito se fué a la ciudad y allí se encontró en la L de bogotá. Caminó en algunas ocasiones y se sentó a echarse los carrazos, mientras el efecto del químico le hacía pensar en lo que debía decir; allí llegaba su negocio y decía: queridos hermanos, hoy tengo una profecía  del propio cerdo salvador... este susto ha llegado a mí en formas y figuras extrañar, pero puedo decir que todo aquel que crea, estará carramaniado al lado del señor.

El tercer cerdito ingresó y no encontró muchos problema para quedarse allí pues su silencio era bien apreciado por los generales que aullaban como lobos y mataban como hienas... su mirada recelosa le ha bastado para ascender mientras las arcas de sus establos le acrecentan el estómago.


Muchos hablan de defender los animales, en cambio yo no veo la hora de acabar con estos cerdos hijos de su gran puta puerca!!

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